miércoles, 20 de abril de 2005

No me gusta fumar en pipa


Sí, soy hobbit. Un hobbit gualtrapa (ya, ya sé que se escribe "gualdrapa", pero es una palabra que decía mi abuelo, y se me ha pegado). Tengo los pies grandes y peludos, y unas orejas ligeramente apuntadas. Todo eso es cierto, igual que es cierto que me pongo los pantalones por abajo, por los pies, como todos.

Pero, ¿por qué se supone que me tiene que gustar fumar en pipa?

Es como si dijéramos que, por nacer en Rohan, tiene que gustarte montar a caballo. Desde pequeñito, ¿no? Me imagino al pequeño Théoden, con apenas 2 meses y su primer pony, llorando (posiblemente ambos, jinete y montura) a moco tendido. Me imagino a su madre gritando: "¡Thengel! ¡Haz el favor de bajar al niño de ese caballo!" "Cariño, es un pony". "¡Me da igual! ¡Bájalo, que le vas a crear un trauma!" "Pero cariño, si le gusta, ¿ves?" Y el pequeño Théoden que sigue llorando. Si hubiera sabido hablar, seguramente el pequeño Théoden habría jurado no volver a subir a un caballo de por vida.

Supongo que la historia no sería así. Supongo que sus padres no le obligaron a montar, sino que primero dejaron que en él se desarrollara el amor por los caballos. Pudo elegir. Yo también elegí: Elegí que no me gustaba el tabaco para pipa. No sé qué habría pasado si Théoden hubiera elegido odiar los caballos. Pero sí sé que, a mí, algunos me dicen que me tendría que gustar fumar en pipa.

¿Y por qué? ¿Porque soy hobbit?

Se supone que debemos heredar las tradiciones de nuestros ancestros. Incluso las tradiciones creadas por nuestros propios padres. Incluso la tradición que acaba de crear nuestro vecino del smial de tres calles más abajo. Sí, sí, eso ha pasado, os lo juro: Hace cinco años NO existía ningún "baile típico hobbit". Uno de los Sacovilla-Bolsón adaptó el baile de la "macarena" (un baile chorra creado por unos españoles, esos que todos son toreros), lo ha llamado "La Ciñatiesa" en honor a la vieja Lobelia (como si fuera alguien a quien hacerle ningún "honor"), y dice que ahora es el "típico baile hobbit". ¡Y la gente le hace caso! "¡Eh, tú, gualtrapa! ¿Cómo es que no conoces el típico baile hobbit de toda la vida? ¡Eeeeh, Ciñatiesa! ¡Aaaah!".

Lo siento, pero no. No por el hecho de ser hobbit me tiene que gustar lo mismo que a los demás. No me gusta parecer "el típico hobbit", y mucho menos si la imagen del "típico hobbit" me resulta ridícula. En los reportajes del National Geographic sobre los hobbits, siempre se nos ve fumando, comiendo y bebiendo cerveza, y ahora, además, bailando "la ciñatiesa". ¿Es que somos así? Es más: ¿es que somos así la mayoría? Porque en esos reportajes parece que lo más interesante en nuestras vidas sea el tabaco para pipa y "la ciñatiesa". El tabaco para pipa es una tradición, y hay toda una cultura a su alrededor... pero hoy en día sólo la conservan y la mantienen unos pocos. ¿Por qué son ellos los que salen en los documentales del National Geographic?

Tal vez sea porque los demás no queremos salir en esos documentales. Queremos seguir con nuestra vida hobbit, y no necesitamos salir en ningún reportaje de ninguna televisión para anunciarlo a los cuatro vientos. Tal vez los del National Geographic sólo vengan a La Comarca, con su cámara, y mientras muchos sólo decimos dos palabras a la cámara antes de escabullirnos, unos cuantos Sacovilla-Bolsón se plantan delante de la cámara y hale: "¡Eeeeh, Ciñatiesa! ¡Aaaah!" Y no es que los Sacovilla-Bolsón estén bailando la ciñatiesa todo el día, ni mucho menos. Van al trabajo como cualquiera, y se ponen los pantalones por los pies como cualquiera. Pero ven una cámara, y "¡Eeeeh, Ciñatiesa! ¡Aaah!" Y aunque digan algo más a los del National Geographic... éstos se sonríen porque ya tienen material para poner en su nuevo reportaje.

Otro cantar es lo de fumar en pipa. El que nuestros ancestros fumaran en pipa no significa que eso sea lo que tenemos que hacer todos. Pero sales al extranjero, y es lo primero que te dicen: "¡Hey, fuma en pipa, fuma en pipa!". En ese momento, se olvidan de lo que estás haciendo o diciendo, y te tratan como a un bicho raro. Un "freak". Ya no eres el que ha ido a darles un curso, una conferencia, o a poner una pared de ladrillos. Eres el hobbit que fuma en pipa.

No escribo esto para quejarme de nada, aunque así lo parezca. Lo hago porque sé que los del National Geographic nunca se atreverían a poner en un documental a hobbits que no fumamos en pipa ni bailamos "la ciñatiesa". Así al menos queda escrito en algún sitio. Por lo demás, al menos me alegro de no ser uno de esos que, cuando ven una cámara, gritan "eeh, los de la teleee" y desesperan por salir, aunque sea bailando un baile ridículo. Yo no lo haría ni aún teniendo la esperanza de que algún día hicieran un reportaje sobre los demás hobbits, los que no fumamos ni bailamos.

Y también escribo esto para decir que, el hecho de no fumar en pipa, no me hace menos hobbit. Soy hobbit. Un hobbit gualtrapa, pero un hobbit. ¡Y no me gusta fumar en pipa, leche!

martes, 5 de abril de 2005

Secret Wars


Hay cosas que echo de menos en mis viajes. No es que sean gran cosa, o que me resulten útiles. Simplemente, las echo de menos. Los comics son algunas de estas cosas.

Hace muchos años, unos cuantos hobbits empezaron a dibujar comics de unos tipos con super-poderes. No se trata de la magia de gente como Gandalf, Lúthien o los Altos Elfos, no. Se trata de gente que vuela, que tiene una fuerza descomunal, y cosas así. Mucho más simple, pero terminó gustando. A mí me gustó tanto que estuve enganchado muchos años.

Recuerdo que una de las primeras sagas que leí fueron las Secret Wars. Un proyecto grande, sin duda, y que resultaba tanto mejor cuanto menos supieras de todos los personajes que ahí salían, y cuantos menos comics hubieras leído. Un ser llamado "Todopoderoso" (aparentemente, con razones de sobra para llamarse así) reunió a los superhéroes, a los supervillanos, y les dijo que se liaran a tortazos para su deleite. A cambio, les prometió, simplemente "cumplir sus deseos". Tras todo esto, resuelto más o menos, el Todopoderoso bajó a la tierra a mezclarse con los mortales y hacer de las suyas. Lo peor, que alguien así mezclase ignorancia y curiosidad, pero sabiéndose siempre por encima de todos los demás (mortales e inmortales).

Hasta hace poco, pensaba que sólo existieron dos sagas de las Secret Wars. Pero resulta que sí exiten unas Secret Wars III. En ellas, unos maltrechos Cuatro Fantásticos (de los cuales tan sólo La Cosa pertenecía a los originales), formando alianza con el Doctor Muerte (toma ya), encontraban al Todopoderoso. Supongo que se llamaron Secret Wars III porque fue algo que ocurría "en secreto" para el ciudadano "de a pie" (como casi todo lo que les pasa a los 4F) y porque el Todopoderoso estaba metido en el ajo.

Resultó que el Todopoderoso estaba incompleto, que no era Todopoderoso, sino que le faltaba un buen pedazo (lo que convirtió a un hombre normal en el Hombre Molécula) y que existían otros como él pero que sí estaban completos (los Cubos Cósmicos). La idea original tal vez fuera un poco "decente", pero la evolución y el final de las Secret Wars son, vistos desde esta perspectiva, un auténtico horror. Más valdría que se hubieran quedado en "Secret".

Pero al menos algunos guionistas sacaron adelante las consecuencias de las mismas con historias de auténtico lujo. El traje alienígena de Spiderman aún tiene mucho que decir, y Veneno es uno de esos "grandes" personajes de los que se han escrito muy buenas historias (lo de Matanza y demás es otro despropósito, pero prefiero no recordarlo ahora). Los mutantes, los 4F, los Vengadores, Hulk... todos ellos sufrieron las consecuencias del Todopoderoso, que pretendió cambiar sus vidas para siempre. A algunos sí les cambió, y nunca volvieron a ser los mismos. Otros se renovaron y salieron ganando. Pero existen guionistas que siguen queriendo hacer algo grande de una mala idea, y lo intentan con un mal desarrollo. Y claro, hay que terminarlo de cualquier manera (me estoy acordando ahora de la saga del clon de Spiderman, por poner un ejemplo claro).

Que llegue un elemento extraño y pretenda cambiarlo todo, como hizo el Todopoderoso, o el Chacal, o Ultrón, está condenado al fracaso. Y más aún si intenta hacerlo en poco tiempo, rápidamente, en plan "el Lado Oscuro de la Fuerza". Se necesita tiempo para un cambio profundo, un buen planteamiento que guste a todos (no sólo a los guionistas, sino desde el director editorial hasta los propios lectores), un desarrollo coherente y unas consecuencias aceptables.

Últimamente echo de menos aquellos comics en los que los guiones seguían esta ley. Dejé de leer comics hace tiempo, cuando despropósitos parecidos a las Secret Wars abundaban en todas las colecciones que me gustaban. Un amigo mío me ha dicho que hay cosas muy buenas que están surgiendo (o renaciendo) en este mundillo. A ver si es verdad.