martes, 5 de abril de 2005

Secret Wars


Hay cosas que echo de menos en mis viajes. No es que sean gran cosa, o que me resulten útiles. Simplemente, las echo de menos. Los comics son algunas de estas cosas.

Hace muchos años, unos cuantos hobbits empezaron a dibujar comics de unos tipos con super-poderes. No se trata de la magia de gente como Gandalf, Lúthien o los Altos Elfos, no. Se trata de gente que vuela, que tiene una fuerza descomunal, y cosas así. Mucho más simple, pero terminó gustando. A mí me gustó tanto que estuve enganchado muchos años.

Recuerdo que una de las primeras sagas que leí fueron las Secret Wars. Un proyecto grande, sin duda, y que resultaba tanto mejor cuanto menos supieras de todos los personajes que ahí salían, y cuantos menos comics hubieras leído. Un ser llamado "Todopoderoso" (aparentemente, con razones de sobra para llamarse así) reunió a los superhéroes, a los supervillanos, y les dijo que se liaran a tortazos para su deleite. A cambio, les prometió, simplemente "cumplir sus deseos". Tras todo esto, resuelto más o menos, el Todopoderoso bajó a la tierra a mezclarse con los mortales y hacer de las suyas. Lo peor, que alguien así mezclase ignorancia y curiosidad, pero sabiéndose siempre por encima de todos los demás (mortales e inmortales).

Hasta hace poco, pensaba que sólo existieron dos sagas de las Secret Wars. Pero resulta que sí exiten unas Secret Wars III. En ellas, unos maltrechos Cuatro Fantásticos (de los cuales tan sólo La Cosa pertenecía a los originales), formando alianza con el Doctor Muerte (toma ya), encontraban al Todopoderoso. Supongo que se llamaron Secret Wars III porque fue algo que ocurría "en secreto" para el ciudadano "de a pie" (como casi todo lo que les pasa a los 4F) y porque el Todopoderoso estaba metido en el ajo.

Resultó que el Todopoderoso estaba incompleto, que no era Todopoderoso, sino que le faltaba un buen pedazo (lo que convirtió a un hombre normal en el Hombre Molécula) y que existían otros como él pero que sí estaban completos (los Cubos Cósmicos). La idea original tal vez fuera un poco "decente", pero la evolución y el final de las Secret Wars son, vistos desde esta perspectiva, un auténtico horror. Más valdría que se hubieran quedado en "Secret".

Pero al menos algunos guionistas sacaron adelante las consecuencias de las mismas con historias de auténtico lujo. El traje alienígena de Spiderman aún tiene mucho que decir, y Veneno es uno de esos "grandes" personajes de los que se han escrito muy buenas historias (lo de Matanza y demás es otro despropósito, pero prefiero no recordarlo ahora). Los mutantes, los 4F, los Vengadores, Hulk... todos ellos sufrieron las consecuencias del Todopoderoso, que pretendió cambiar sus vidas para siempre. A algunos sí les cambió, y nunca volvieron a ser los mismos. Otros se renovaron y salieron ganando. Pero existen guionistas que siguen queriendo hacer algo grande de una mala idea, y lo intentan con un mal desarrollo. Y claro, hay que terminarlo de cualquier manera (me estoy acordando ahora de la saga del clon de Spiderman, por poner un ejemplo claro).

Que llegue un elemento extraño y pretenda cambiarlo todo, como hizo el Todopoderoso, o el Chacal, o Ultrón, está condenado al fracaso. Y más aún si intenta hacerlo en poco tiempo, rápidamente, en plan "el Lado Oscuro de la Fuerza". Se necesita tiempo para un cambio profundo, un buen planteamiento que guste a todos (no sólo a los guionistas, sino desde el director editorial hasta los propios lectores), un desarrollo coherente y unas consecuencias aceptables.

Últimamente echo de menos aquellos comics en los que los guiones seguían esta ley. Dejé de leer comics hace tiempo, cuando despropósitos parecidos a las Secret Wars abundaban en todas las colecciones que me gustaban. Un amigo mío me ha dicho que hay cosas muy buenas que están surgiendo (o renaciendo) en este mundillo. A ver si es verdad.

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