domingo, 8 de julio de 2012

Canción de Hielo y Fuego: No me gusta fumar en pipa, 2ª parte


La historia se repite. Una y otra vez. Debido a mi condición de hobbit, me encuentro repetidamente involucrado en conversaciones sobre asuntos que, según la inmensa mayoría de enanos, hombres, elfos y orcos, deberían interesarme, gustarme, emocionarme o hasta deleitarme hasta el orgasmo.

- A ti que te gusta fumar en pipa, ¿dónde compro buen tabaco?

¿Qué? ¿No os creéis que me pregunten esto? Vale, ¿y si os digo esto, os suena más?

- Hey, ¿has visto el último capítulo de Juego de Tronos? Está bestial, ¿a que sí?
- Oye, tú que sabes de esto, ¿cuántos libros va a tener lo de Canción de Hielo y Fuego?

En efecto: ¿te gusta El Señor de los Anillos? ¿El Hobbit? Pues entonces, debe gustarte Canción de Hielo y Fuego. Y por tanto, quieres hablar de ello. Ese es el pensamiento de quienes saben que eres hobbit pero no se molestan en conocer tus gustos de hobbit realmente.

Hace algunos años ya, Harry Potter era lo que había que leer. Os podréis imaginar que, por la misma razón, me bombardeaban con preguntas sobre el niño gafotas y su varita mágica. Sinceramente, me interesaban más las películas que los libros. Aquí donde me véis, me confieso más cinéfago que librófago (valgan los palabros). Pero tanto me hablaban de ello que empecé a temer algo que siempre me ha horrorizado: que me revelen el final, que alguien me "espoilee" (valga, otra vez, el palabro) alguna sorpresa de la trama antes de verla por mí mismo. Os pongo en situación: Estábamos a finales de 2005, tal vez principios de 2006. En el cine se había estrenado la cuarta parte, "El Cáliz de Fuego" (que ya había visto), pero en los libros ya había sido publicada la penúltima novela, "El Misterio del Príncipe". Y mucha gente a mi alrededor hablaba de los libros, así que me animé y me puse a leerlos empezando por el quinto: "La Orden del Fénix".

Un tostón. Sinceramente, estuve a punto de dejarlo. Pero tengo un problema: no soy capaz de dejar un libro o una saga inacabada. Además, los Potterfans me decían que sí, que era el peor libro, pero que siguiese adelante. Así que empecé a leer el sexto, "El Misterio del Príncipe". Mucho mejor, lo reconozco. En mi opinión, el mejor de los 3 últimos libros (el último es pura aventura, y tampoco está tan mal). Pero ocurrió algo. Iba más o menos por la mitad del libro cuando uno de mis mejores amigos, bellísima persona y a quien quiero un porrón (lo digo en serio), envió un email con la camiseta de los spoilers. Un diseño para una camiseta que revienta el final de muchos libros y películas en un sorprendente compendio de ingenio... y mala leche.

He intentado que quede lo más pequeña posible, para que no os pase lo que a mí. Sé perfectamente que, si abrís la imagen, os "espoilearé" algún final de película/libro, y también sé perfectamente que, si no la abrís, puede que no entendáis de qué os estoy hablando. Intentaré explicarlo: En el centro de la camiseta, está el final de, precisamente, "El Misterio del Príncipe", el libro que estaba leyendo y aún no había terminado. Así, sin anestesia ni nada. Mi amigo pasó a llamarse "el padre de todos los spoilers" y después de pedirme perdón cien veces, me mandaba emails firmando "Brus Willis está muerto" (lo siento, te jorobas si no sabes de qué hablo... aún). Aún nos reímos, pero no sabéis cómo me fastidió. Estaba leyéndome una saga regulera, sólo porque se suponía que debía leerla, y me reventaron justo el final del libro que estaba leyendo, una de las sorpresas de dicha saga.


Soy débil, sí. No debería ceder ante la presión externa y pasar de leerme lo que me recomiendan, ¿verdad? Pues no. Hace 2 años me recomendaron otra saga, Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski. No solo nadie me reventó ninguna sorpresa, sino que me descubrí leyendo una saga bastante original, con una trama fabulosa, intrigante, emocionante, con unos personajes maravillosos en un mundo coherente y familiar. Lo disfruté como buen hobbit que soy. Aún hoy sigo intentando que la gente se lo lea. "Buena suerte", oigo decir por ahí a alguno... Je, gracias, tú me entiendes, ¿verdad?

En fin, pues ahora toca leerme Canción de Hielo y Fuego. Me leí el primer libro hace ya algunos años, y me gustó bastante. Me leí el segundo casi seguido y... uffff. Ya entonces pude comprobar qué está haciendo el adorado George R. R. Martin: meter paja y más paja, material totalmente prescindible, sólo para deleitarse en su capacidad narrativa y en su propio universo. Que sí, que no escribe mal, pero aburre, aburre hasta el hastío. No sabe centrarse, ni quiere. Se deleita en la creación de nuevos personajes, nuevos países, nuevas tramas, para enredarlas y terminar abriendo otras nuevas. ¡Oh, maravilla! ¡Un universo inacabable de personajes zafios, rudos, bipolares, folladores! Ideal para un espíritu quinceañero.

¿Y lo de matar a los personajes más inesperados? Bueno, eso ya es la repanocha: convierte en principal a un personaje durante uno o dos libros, y luego mátalo. Tendrás a hordas defendiéndote diciendo: "Martin es único al matar al personaje más inesperado". ¿Único? ¿Habéis leído a Stephen King? Al menos éste tenía la decencia de terminar las tramas y subtramas en un único libro. ¿Alguien puede querer realmente que le aburran con personajes e historias nuevas y casi totalmente irrelevante durante siete interminables libros?

Una de las grandes obras del fantástico del siglo XX, "La Historia Interminable", recurría a una frase que reduciría la obra de Martin a una única novela bastante legible: "Pero eso es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión". Pero no, el mercado y las ventas mandan. Canción de Hielo y Fuego iba a ser primero una trilogía. Luego una pentalogía. Ahora, como Harry Potter, una heptalogía... y cuando todo termine, tendremos una estantería repleta de tramas y subtramas prescindibles, de personajes prescindibles, que ¡ojo! no aportan profundidad a la historia, como algunos quieren creer. Sólo paja. Cantidad no es sinónimo de calidad. Muchas descripciones no son sinónimo de profundidad en la historia.

Y por Eru, una cosa es hacer descripciones detalladas, y otra muy distinta ser un comentarista de la pasarela Cibeles. Martin describe de arriba abajo el vestuario de cada puñetero personaje. Uno a uno. No hay excepciones. Tarde o temprano acaba describiendo desde el mínimo abollón del yelmo hasta el tipo de piel utilizada en los cordones de las botas de todos y cada uno de los personajes que hablan, y hasta de los que no hablan. Es idiotesco.

Y yo, mientras tanto, sigo leyéndolo sin ganas. El tercer libro fue otra tomadura de pelo, si bien presentaba algunos personajes interesantes (sí, prescindibles casi todos). El cuarto es lento como ver Matrix a cámara lenta. El quinto lleva el mismo camino (y son más de mil malditas páginas, casi la longitud de El Señor de los Anillos).

No le niego el mérito de mantener tantas historias y tantos personajes, pero hay que saber dónde parar. Hay que saber dónde está el límite entre "ganar dinero con otro libro" y "tomar el pelo al lector". ¿Qué habría ocurrido si Tolkien nos hubiera narrado una lucha de poder paralela en el Harad durante otras 1000 páginas, durante la cual un rey se alzase con el poder y decidiese apoyar a Sauron contra los Gondorianos? ¿Y si a ello le añadimos el exilio de un descendiente oculto de Isildur en Rhûn, que finalmente se alzase con el poder e hiciese lo mismo que su homólogo del Harad? 1000 páginas más. ¿Y si se hubiese parado a narrarnos en profundidad las guerras y batallas (y conspiraciones y luchas internas de poder) en Rivendel y Lórien, en el Bosque Negro y Umbar, con miles de personajes? ¿Alguien duda que Tolkien tenía capacidad para ello? Perdón, alguien que haya leído todo lo que Christopher ha publicado después, y que conozca la verdadera magnitud de lo que Tolkien escribió, quiero decir...

¿Y eso habría convertido El Señor de los Anillos en una mejor obra? ¿O simplemente en algo más largo, con lo mismo que contar?

Canción de Hielo y Fuego tiene el mismo problema que Peter Jackson en la sala de montaje: no saber dónde cortar. No saber dónde decir "pero esto es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión". No saber o no querer ocultar el ansia por llenar dos páginas de más. Por eso me aburre. Y me cabrea ser como soy y no poder dejar de leer algo que he empezado.

¿Queréis saber lo mejor? Hace unos días comenté que, según iban las cosas, al final de la saga iban a terminar casando a tal personaje con tal otro... y alguien me dijo: "jajaja, no, porque el tal personaje ya está muerto". Aún me faltan 200 páginas para terminarme "Danza de Dragones". Como sea cierto, reiré y lloraré muy fuerte a la vez, pero no por lo sorprendente de la muerte de ese personaje, sino porque la historia se repite, indefectiblemente de que intentes evitarlo.

Y pensar que, con Geralt de Rivia, tenia el peligro del "spoiler" en casa, y nadie me reventó ni uno solo de los detalles de la trama. Por favor, leedlo y decidme si Sapkowski no es muy superior a Martin.

domingo, 17 de junio de 2012

Rajoyum

Palacio de la Moncloa. 10 de junio de 2012, poco antes de su comparecencia, Rajoyum prepara qué decir...



Ya nos habría gustado que ganase, por una vez, el Rajoyum malvado. Tal vez así habría dado el magnífico discurso que finalmente descartó. Una lástima. Después de esto, Rajoyum se puso su Anillo, desapareció otra vez y, salvo un ratito en el fútbol, no se le ha vuelto a ver. Y ha pasado una semana, nada menos...

sábado, 16 de junio de 2012

Siempre se puede hacer algo

Hace siete años que dejé este blog. Una de las entradas que llamó parcialmente la atención en su momento fue la titulada "Que paren el mundo, que me bajo", en la que recopilaba tres noticias de muy distintos ámbitos y que, sin embargo, tenían como denominador común la amargura de ver cómo todo estaba cambiando a nuestro alrededor. Es típico de los hobbits como tú y yo centrarnos en la denuncia de lo que consideramos injusto, poco apropiado o que simplemente va en contra de lo que pensamos. Hace unos días reabrí el blog con la entrada "Despertad" y, aplicándome el cuento, en esta fase no sólo quiero hacer denuncia pasiva. Quiero dar opciones, hacer algo. Pero, ¿qué puede hacer un hobbit para dar la vuelta al mundo que nos está tocando vivir?

---------------- Noticia número 1 ------------------------------------

El escándalo de Bankia no es un escándalo bancario más. Parte de nuestra situación actual está así por la espantosa gestión de sus directivos y administradores, siempre avara (como corresponde a los bancos, que parece que no aprendemos la lección). Pero así como en el pasado los responsables de casos así eran llevados a los tribunales y encarcelados (véase el caso Mario Conde, o incluso el del padre y el hermano del mismísimo Rodrigo Rato), parece que esta vez Rodrigo Rato y sus compañeros de andanzas van a salir impunes, y cobrando indemnizaciones o pudiendo gestionar otras entidades bancarias.

¿Y qué puede hacer un hobbit?

Pues bien, el movimiento 15-M quiere llevar ante la justicia a Rato y el Consejo de Administración de Bankia (lleno de políticos y no de economistas). Ya le han denunciado ante la Audiencia y tienen trazado un plan para intentar que sea juzgado como corresponde. ¿Qué tal si les apoyas cuando lo necesiten? Basta con suscribirte al feed de la web 15mparato.wordpress.com/ y si ves que necesitan ayuda de cualquier tipo, podrías echar una mano. Seguro que no te cuesta mucho hacer algo por acabar con esa impunidad de la que parecen gozar quienes deberían ser ejemplo para todos, ¿verdad?

---------------- Noticia número 2 ------------------------------------

Es un rescate como el de Grecia, Irlanda o Portugal. No, no es rescate. Prohibido decir rescate. Llamémoslo X... pero es una estafa. Sí, una estafa a nivel nacional, a nivel europeo. Nos están utilizando para saquearnos, y para saquear Italia también. ¿Y no podemos decir nada?

Las pasadas elecciones hubo un partido político que proporcionalmente debía haber obtenido, con sus más de 200.000 votos, 3 escaños, y que está intentado no sólo derogar la injusta ley d'Hont, sino que pretende (oh, movimiento extraño) convocar un referéndum para que los hobbits decidamos si queremos aceptar el rescate a cambio de duras medidas. ¿Tú estás de acuerdo en poder decidir en asuntos tan importantes para La Comarca como éste? Infórmate y, si estás de acuerdo, apóyales. Y en las próximas elecciones, piénsate bien si quieres votar al mismo perro con diferente collar, o quieres dar una oportunidad a otros grupos que piensan diferente. Infórmate.

---------------- Noticia número 3 ------------------------------------

No puedo evitar hacer una noticia del mundo friki, de donde no la hay en realidad. Una novia hobbit, Bolsón pero de pelo naranja, decidió regalar su ramo a quien más le ayudase durante la boda. Era una boda de altísimo postín, y la noticia corrió por todo Hobbiton. Docenas de jóvenes doncellas hobbits se lanzaron a ayudar, pero hubo tres hermanas  Tuk que estuvieron con la novia en los momentos buenos y en los malos (que los hubo, y muchos) ayudándole a poner toda la decoración, hacer la lista de bodas, encargar la comida y la bebida... Mientras, hubo una jovencita hobbit, de apellido Ganapié, que decía tener más ilusión que nadie en recibir el ramo, pues era el día de su cumpleaños (o algo parecido) y anduvo pidiéndoselo con esa excusa durante muuucho tiempo. Sí, colaboró en la boda, pero desde luego no era de las que más hizo.

Y llegó el día de la boda, y la novia sorprendió entregando el ramo a las tres Tuk. La joven Ganapié montó en cólera y empezó a insultar a todo el mundo. Y otras se le sumaron, pues la estupidez se contagia más fácilmente que la inteligencia y la bondad. Y hubo bronca en la boda. Lo triste es que, siete años después, la triste Ganapié sigue soltando sapos y culebras por su boca, porque ella quería su parte del ramo y hacer con él lo que le venía en gana, sin darse cuenta de que sólo sabe hacer el ridículo.

¿Y qué puede hacer un hobbit ante esto?

Recordarle a la cretina de la Ganapié que no es más que un triste ejemplo de Troll, que no sabe de lo que habla y reacciona de la única manera que es capaz, e intentar atraer un poco de fuego que permita a las Tuk y la ahora ya-no-tan-joven Bolsón tomarse con algo de humor esta situación.

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El homo sapiens sigue sin acordarse de que es "sapiens", pero si los hobbit empezamos a despertar, posiblemente alguno termine arrebatando el Anillo Único a Gollum y tirándolo al Monte del Destino. Y siempre, siempre, se puede hacer algo. No lo olvidemos, aunque los orcos de este mundo quieran hacernos creer que no es así.

martes, 5 de junio de 2012

Wert y la Educación

Nadie sabe de dónde salió, pero de repente todos hablaban de él. Con un apellido igual de extraño que Poiu (chiste malo de teclado, lo sé), de pronto La Comarca tenía un nuevo responsable para la Educación de sus hijos. El ahora alcalde Mariano había dicho en la campaña electoral que el anterior alcalde era maestro en decir una cosa y hacer la contraria (min 25:30 y 28:40), y después de dejar claro que el anterior alcalde lo había hecho todo mal, prometió que iba a dar la cara y hacer un buen montón de cosas buenas para todos, entre ellas cuidar la Educación. Y cuando salió elegido, escogió a este personaje hasta entonces desconocido para hacerse cargo de ella... Pero por lo que se ve, confundió "hacerse cargo" con "cargarse".

Pero, ¿quién es este Poiu/Wert? Investigando un poco en internet, se puede averiguar mucho sobre la vida de mucha gente, y más si son personajes públicos. Sin embargo de Wert no es tan fácil averiguar nada. Con 22 años se licenció en Derecho, con un premio extraordinario, con un premio Calvo-Sotelo y un Máster en Sociología Política. Un Máster. Vamos, que sí, que era listo, pero también tenía pasta. Al año siguiente se sacó una oposición como titulado superior y empezó a trabajar como técnico en RTVE. Sí, como técnico. Y en menos de un año (en serio, mirad las fechas) empezó a dar clases de Teoría de la Comunicación en Periodismo (Facultad de Ciencias de la Información). Y en RTVE, de técnico pasó a ser director adjunto en  el Gabinete de Investigación de Audiencia. No dudo de que es listo, pero ¿cuántos técnicos de RTVE han dado este salto sin pasar por estadios intermedios? Ojo, que venía de estudiar Derecho, no lo olvidéis. ¿Y después de estudiar Derecho empezó a dar clases de Teoría de la Comunicación? ¿No huele a chamusquina?

Después, su carrera se centró en dos facetas: la política (empezó en la extinta UCD y de sus restos pasó al Partido Demócrata Popular, y de ahí al PP) y la empresarial, donde se centró en el ámbito de las comunicaciones (CIS, vocal del consejo asesor de RTVE, Demoscopia, Sofres, ESOMAR...). También dio clases de Sociología Política (algo que sí había estudiado, al menos). En 2003 saltó al BBVA como adjunto al presidente y después, en 2005, fue nombrado presidente de Inspire Consultores. Si queréis más datos, en la Wikipedia tenéis casi tanto como en las biografías de los principales periódicos.

Dejando aparte los extraños cambios en su carrera (extraños e inmediatos, pero bueno...), imaginad que vosotros tenéis el currículum de esta persona delante y, ¿qué trabajo le daríais? Pues el alcalde Mariano le dio el ministerio de Educación, Cultura y Deporte, nada menos. ¿Sería por su cultura? ¿Por su conocimiento de las asignaturas que se imparten? ¿Por su saber estar? El (poco) tiempo que llevamos de legislatura ha demostrado que no.

Sus cagadas son ya tantas que es difícil situarlas en algún orden. Justificar el adoctrinamiento de la asignatura de Educación para la Ciudadanía con un libro que no era de texto, para convertirla precisamente en aquello que condenaba. Que si en Francia los toros son un Bien Inmaterial, cuando no lo son. Que si los franceses dirigieron un "ataque xenófobo" contra representantes de nuestro deporte, cuando simplemente hicieron una broma con sus guiñoles. Que si meter más niños en las clases les ayuda a socializar. Y la "mejor" de todas: que si la gente no paga la universidad a sus hijos es porque no quiere quitarse de otras cosas. Supongo que a él sí le pagaron cómodamente su carrera y su master... y posiblemente el rápido posicionamiento como directivo en RTVE y profesor de universidad (en Periodismo). Pero señor Wert, alguien como usted debería saber qué quiere decir una familia que afirma no poder pagar la universidad de sus hijos.
#SusanitaWert
Wert se deja llevar, y mucho, por su mala gaita. Es algo ya conocido: se cree hábil con el lenguaje y utiliza la ironía y el sardonismo como si fueran sinónimos de sapiencia y superioridad. Y es una pena, porque al parecer sí ha dado muestras de gran habilidad (no digo inteligencia) aprendiendo, según él, el idioma gallego en unas pocas sesiones, o aprendiendo alguna materia en poco tiempo. Pero esta habilidad no la está manifestando en su nuevo puesto. Y desde luego, el "don de gentes" no es otra de sus habilidades. Esto nos lo podría contar su antigua secretaria, a la que pegaba unas voces por haber hecho el trabajo que él le había pedido, pero que luego se torció porque él no supo ver lo que iba a pasar, que aún se oye el eco en su ex-despacho. Y ella tuvo que tragarse muchas veces su mala hostia, así como otros muchos que le han sufrido. Pero me temo que se quedarán callados, porque este señor ahora tiene poder.

Y aunque todos sabemos que el poder corrompe, ese trabajo nos lo vamos a ahorrar, porque éste ya venía corrompido de serie.

Si no, no se explica que, después de que su partido acusara al anterior alcalde de debilitar el sistema educativo en La Comarca, nuestro nuevo ministro Wert adopte las medidas que ha tomado, destruya un sistema educativo público y lo deje sólo para los que tienen dinero para pagárselo. Ni un año le ha hecho falta para cargarse de un plumazo aquel lema de "el hijo del obrero, a la Universidad". Y le da igual. Los rectores de las universidades, hartos de su estúpida ironía y desprecio, le han dado plantón. Y le da igual. Y pronto vendrán las medidas para que nuestros hijos recen a Eru todos los días, y si no quieres, te vas a tu casa y ya haremos contigo un delincuente de provecho, que es lo único a lo que podrás aspirar.

Este es Wert, salido del anonimato, sin educación ni habilidades que le permitan ser lo que el alcalde Mariano debía haber buscado. En unos pocos meses se ha convertido en el ministro peor valorado (ha pasado de cero a negativos, básicamente). Se supone que es Sociólogo y con base política, y no sabe ni dialogar ni socializar, ni crear sociedad ni crear políticas. Se supone que debe encargarse de Educación y Cultura, y no tiene ni educación, ni cultura, ni ganas de cultivarlas.

Dejar a la clase media y baja sin educación. Cobrar por todo. Eliminar las descargas de internet (y controlarla si es posible). Y fútbol, mucho fútbol para seguir distrayendo a la masa (no en vano hablaba antaño de "Anorexia Patriótica", como si él ahora estuviera rebosante de patriotismo ayudando a los ciudadanos). Y toros, por toda cultura a fomentar. Vamos a tener toros hasta en el segundo desayuno. Eso es lo que nos va a aportar este ministro. Será el primero en caer en la crisis de gobierno que habrá de aquí a un año, mes arriba mes abajo. Pero, ¿qué más da? Nos lo colocarán en otro puesto mucho más jugoso, ya lo veréis. Porque algo le debe el alcalde Mariano. Algo muy gordo. O eso, o son los dos muy tontos... Tal vez sea otro caso básico del principio de Hanlon ("nunca atribuyas a la maldad lo que pueda ser explicado por la estupidez"), pero tengo mis dudas.

De momento, tenemos que vivir con ello. Y será duro. Y más duro aún será si no despertamos, si no decimos "basta". Me encantaría despertar mañana y ver esto escenificado:



... pero para esto haría falta que todos: profesores, alumnos y ex-alumnos, padres y futuros padres, nos levantemos y saneemos La Comarca. Se puede hacer, no es imposible.

Y tú, Wert, haznos un favor a todos y vuelve al agujero-hobbit empresarial del que nunca debiste salir. No estás ayudando a nadie, y nadie te recordará con cariño ni con respeto. A este paso, ni los que votaron al alcalde Mariano guardarán buen recuerdo tuyo. ¿O también eso te da igual? Si es así, es que no eres más que otro chorizo sin alma, y te mereces todo lo que te vaya a pasar después, cuando caigas en desgracia y Mariano te defenestre para lavar su absurda imagen.

¿Quién eres, Wert? O mejor dicho, ¿quién quieres ser?

jueves, 31 de mayo de 2012

Despertad

Cuenta la leyenda que Sauron, el Señor Oscuro, en su afán por conquistar no sólo las tierras, sino los corazones de todos los seres de la Tierra Media, fabuló un plan para cubrir el cielo y el suelo con las cenizas del Monte del Destino. Cuando las cenizas cubrieran todo Mordor, él levantaría su mano y de las cenizas surgirían nuevos árboles, nuevos seres, nuevas edificaciones conforme a su deseo. Y los nuevos árboles de ceniza darían frutos de ceniza, que se plantarían y esparcirían su simiente por doquier.

Y Sauron obró su magia, pues su poder era grande en aquel entonces. Y el Monte del Destino escupió fuego y lava y cenizas. Y los pueblos libres de Gondor y Rohan, de Imladris y Lothlórien, se levantaron contra él y consiguieron detenerlo un tiempo. Pero ¡ay! al verse acorralado en Mordor, Sauron volcó todo su ser en una nueva explosión del Monte del Destino para que las cenizas llegasen más allá de sus fronteras y cayesen sobre aquéllos que querían impedir que Sauron llevase a cabo su proyecto.

Pero las obras del Señor Oscuro estaban mancilladas, podridas como su corazón, y algo salió mal.

Cuenta la leyenda que Mordor apareció cubierto de mierda. El Monte del Destino escupía aquella inmundicia, que cubrió primero el Gorgoroth y luego todo Mordor y rebasó las Montañas de Ceniza (que cambiaron su nombre por las Montañas de la Mierda) y las Montañas de la Sombra, avanzando y ensuciando todo a su paso. Y la mierda llegó a Osgiliath, al Anduin, a Minas Tirith. Al ver la magnitud de aquel desastre, los pueblos libres tomaron entonces una decisión: en lugar de devolver toda aquella porquería al Reino Oscuro, e imaginando que allá no cabría toda aquella fetidez, decidieron asumirla como propia, y taparla para que no se viera. Y durante un tiempo pudieron hacerlo. Y se palmeaban la espalda y se felicitaban, pues aquel estiércol fertilizaba sus árboles y les proporcionaba nueva riqueza. Y gastaban alegremente sus riquezas, pues tenían de todo en abundancia.

Pero la mierda seguía surgiendo, no sólo ya de Mordor, sino también de otros lugares, pues los pueblos enriquecidos también generaban basura, aunque intentaban taparla. Y llegó el día en que los hombres y los Elfos no podían tapar toda. Intentaron esconderla en las profundidades de las minas de los Enanos, y éstos les pedían dinero a cambio, y también se enriquecieron. Pero las minas también se llenaron. Y llegó el día en que había tanta que Gondor y Arnor no sabían qué hacer para taparla y les terminó cubriendo. Y ya no generaba riqueza. Y los orcos, los hombres, los Elfos y los Enanos se empobrecieron, pues ya no podían recoger los frutos plantados, ya que la propia porquería que habían permitido que les cubriera, se lo impedía. Y se enfadaron. Y se culpaban unos a otros, pero no encontraban soluciones, pues lejos de intentar retirar aquella suciedad, seguían generando más basura con lo poco que les quedaba.

Y la mierda se extendió por toda la Tierra Media hasta Hobbiton, y Sauron pidió a los hobbits que la limpiaran, pues los hobbits mantenían su tierra pobre limpia, y todos les miraban con recelo. Y al ser más poderosos que los hobbits, les exigían que dejaran todo igual de limpio que su tierra. Y les dieron palas y herramientas para que limpiasen todo. Y cuando todo empezó a reverdecer, durante un tiempo se felicitaron de nuevo por su idea. Pero ya nadie pensaba en devolver toda aquella inmundicia a su origen. Se habían autoconvencido de que taparla era la única solución, pues todos producían porquería. Y siguieron produciéndola hasta que los hobbits cayeron extenuados. Y éstos no podían. Y les culparon de ello. Hombres, Elfos, Enanos y hasta Orcos encontraron culpables a los hobbits, ya que no podían limpiarles aquello que habían ensuciado para siempre.

Y les quitaban las palas a los hobbits. Y tenían que limpiar la mierda de Sauron con las manos. Y Sauron se apropió de sus agujeros y los rellenó de mierda. Y los hobbits perdían sus casas, como los hombres, los Elfos y los Enanos las habían perdido. Y al final Sauron sonrió satisfecho.

Tolkien dijo que los hobbits se rebelaron. Y recuperaron y sanearon La Comarca. Pero no es así. Estamos hasta arriba de la mierda de Sauron. Y la solución no es taparla, pero hemos olvidado qué hacer.

Hace casi 7 años, durante un tiempo, quise describir cómo veía que todo se iba cubriendo de mierda. Viendo algunas noticias, escribí: "Hoy es un día para quedarse en la cama, durmiendo. Despertadme cuando todo se haya arreglado, o se haya jodido del todo." Parece que no fui el único hobbit que se echó a dormir. Y parece que todo siguió de mal en peor, y que ha terminado por joderse del todo. Estamos de mierda hasta el cuello, pero no sólo nosotros: Todos, Elfos, Hombres, Enanos y hasta Sauron. Va siendo hora de hacer algo.

¿Y qué puede hacer un hobbit, cubierto de la mierda de Sauron como el resto de la Tierra Media? Despertar. Es la hora. Despertad.