jueves, 14 de julio de 2005

Fama y éxito


No hace mucho, leía una entrevista a Mark Knopfler, en la que decía lo siguiente:

"Hoy en día hay mucha gente que acude a la televisión en busca de fama, y parece que el único objetivo de los jóvenes es hacerse famosos. Mucha gente confunde la fama con el éxito. El éxito se lo recomiendo a todo el mundo, pero la fama se convierte en un subproducto del éxito."

Por supuesto, Mark Knopfler se refería al mundo de la música, que recientemente está siendo víctima de esta confusión entre fama y éxito que nos inunda en tantos y tantos aspectos y materias.

No voy a cuestionar a Mark Knopfler (pues tiene más razón que un Gandalf), pero sí querría aclarar que, según lo veo yo, el éxito es algo positivo, como una bombilla que se puede encender o apagar, mientras que la fama es una moneda con dos caras. Una bombilla encendida da luz y está bien. Pero si está apagada, no está mal. Uno puede echar de menos su luz, pero nunca es algo malo. A veces hay que cambiar de bombilla, pero uno siempre tendrá (si así lo quiere) el recuerdo de esa luz que a uno le alegró el corazón en su momento.

La moneda de la fama es fácil de conseguir, incluso sin la bombilla del éxito. Quien quiere tener fama sin éxito, tirará su moneda y gritará "¡ha salido cara!" continuamente, aunque salga cruz casi siempre (posiblemente porque, cegado al no tener luz, no ve si realmente ha salido cara o cruz).

Al igual que toda bombilla cuesta una moneda, todo el que tiene éxito ha de contar con su propia fama. Y la fama siempre es buena y mala a la vez. Cuando consigues encender tu moneda, tu entorno te obliga a lanzar tu moneda una y otra vez. Y aunque casi siempre salga cara, tarde o temprano sale una cruz. Convencerse del propio éxito es difícil, pero más difícil aún es aprender a prescindir de esa maldita moneda.

Confieso que he omitido el final de la declaración de Mark Knopfler, pero sólo era para continuar esta pequeña gualtrapería con otra reflexión. Concluía Knopfler en este comentario con lo siguiente:

"Frente a eso siempre quedará gente muy creativa que llegue al fondo de las raíces musicales."

Creatividad, fama y éxito son tres conceptos muy unidos, pero también muy reñidos. Me maravillo de quienes, convencidos de su éxito, dejan de lado la efímera fama, y se centran en su creatividad, que es la energía que enciende su bombilla. Hoy he visto en una web que visito a diario (por eso la tengo en mis enlaces de Más Allá de La Comarca) que duda de su éxito, pues la moneda de la fama está devolviéndoles algunas cruces. Me gustaría decirles desde mi humilde agujero hobbit que se olviden de esa moneda azarosa.

La creatividad de la que han hecho gala ha encendido su bombilla. Procurad que no se apague, y aprended a distinguir las opiniones de verdad de los simples lanzamientos de una moneda. Pues hay opiniones que sólo se deben a eso, al azar, y se repiten invariablemente. Pues algunas caras y algunas cruces se deben a quienes carecen de creatividad, y quieren ayudarse de tu bombilla para encontrar en la oscuridad su propia moneda, sin darse cuenta de que eso es lo que menos importa.

Con los mejores deseos de un hobbit.

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