miércoles, 12 de noviembre de 2014

Coherencia y valentía

Qué jodido es eso de la coherencia. Anda que no ha habido veces que nos han pillado nuestros amigos, familiares o simples conocidos en fuera de juego, haciendo una cosa y defendiendo la contraria. Que si condenas la piratería pero te ves las películas en el youtube. Que si yo soy muy de comer sano y dieta mediterránea, venga vamos a apretarnos un costillar y una hamburguesa con patatas gigante que por un día no se va a notar. Que si mira qué friki ese que va con una camiseta de Spiderman, vamos al fútbol con el gorro, la bufanda, la bandera y hasta los calzoncillos de tu equipo. Que si el fútbol es una basura y un deporte corrupto, pero me trago el baloncesto, el automovilismo y la vuelta ciclista a Burgos por la tele... Ya me entendéis, ¿no?

Y luego están los que van buscándote las vueltas. Que levante la mano el que no ha escuchado "¿pero a ti no te gustaba fulanita/o, cómo es que ahora vas poniéndola/o a parir?". Que sí, que el tema emocional es cambiante, pero hay gente buscándonos las cosquillas continuamente. Amigos que de pronto dejan de serlo, y te cuestionan si de verdad han sido amigos tuyos después de años enteros de buenos momentos. ¿Os suena? O entrando en temas menos emocionales, el típico que te dice que si tú eres de izquierdas, no puedes tener dinero. Claaaro, si prefiero (por ideología) que todos seamos iguales, tengo que renunciar a ser rico para que TÚ te forres, ¿no? Anda que no da para debates esto, que si pillan a uno de izquierdas con dinero, le dicen que es un falso. Pero claro, como todos sabemos, siempre habla de putas la coloretes. ¿No se supone que los que defienden, pongamos, el capitalismo, quieren que se recompense a quien se lo merece, y se lo curra? ¿En qué parte exactamente de la coherencia pedida entran los desfalcos, enchufes, robos, escándalos tipo "Preferentes" y demás?

En fin, que me desvío del tema. Que yo estaba aquí recordando cómo he dicho una y mil veces que soy un hobbit muy hobbit, muy de pueblo (más que las amapolas), y a lo tonto a lo bobo llevo casi 2 años viviendo en Bree, y dentro de un mes nos vamos mi Elfa, mi pequeña Hobbit y un servidor a hacer las Américas. Sí, sí, así como suena: a las Tierras Imperecederas esas, al otro lado del Belegaer, por los próximos X años (paso de poner un número ahí, porque no hay nada como hacer planes para que se joroben a la primera de cambio), con la sana intención de trabajar mucho y conseguir pagar la hipoteca antes de que pasen otros 25 años.

¿Y con qué cara defiendo yo ahora que soy un Hobbit sencillo, tranquilo, que se me contenta con poco, y muy de pueblo? He tenido la suerte de escoger por vocación una profesión que ahora está muy valorada, pero es una profesión muy puntera, en la que hay que estar tecnológicamente aprendiendo e innovando todo el tiempo... y claro, cuando vuelvo a ver a mi abuela, ¿cómo le puedo yo explicar lo que hago? ¿Cómo le explico siquiera qué es una wifi, no digamos ya una página web o el procesamiento en la "nube"? Mi familia me ve ya como el de los turrones El Almendro, y no les culpo. Pero yo me sigo viendo igual, como el mismo chaval aquél con las rodillas arañadas y los pelos despeinados que corría alrededor de la Bodega jugando a indios y vaqueros. Y claro, así es difícil mantener un mínimo de coherencia.

La coherencia está sobrevalorada. Lo que yo os diga. En este mundo cambiante, mantener cierto nivel de integridad no sólo no es posible, sino que ni siquiera es útil. Otros lo usarán como un arma contra ti, para debilitarte, y encima para que dudes de ti mismo y de dónde vienes. Al menos, sobrevalorada en cuanto al pasado, y dependiendo de con qué... claro, ¿veis? Ni siquiera puedo ser coherente al plantear esto... Olvidadlo, es un razonamiento de porquería.

En fin, que todo este rollo pseudo-filosofal para contaros que emprendemos una nueva aventura. Y que si en algún momento ha habido algo de los Estados Unidos de Valinor que no me gustara, ahora mismo se me antoja fabuloso, con una cantidad increíble de oportunidades abiertas ante nosotros, y donde todo va a ser genial y los pájaros van a cantar y las flores van a crecer tanto como los árboles de Avatar. Y dentro de uno o dos años, os diré lo contrario. O no, quién sabe. No me busquéis la lógica, que no tengo la cabeza yo bien ahora.

Y eso, que nos vemos al otro lado del charco. Cuidaos mucho. Y no seáis coherentes: sed valientes para cambiar por algo que merezca la pena. Cada día.

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